Las subastas son formas de adquisición de bienes que pueden generar gran interés y expectación, especialmente cuando se trata de adquirir bienes inmuebles u otros activos valiosos. Las subastas en España juegan un papel significativo en el mercado, ofreciendo oportunidades tanto para compradores como para vendedores. Pero, ¿cómo funcionan exactamente las subastas? ¿Cuál es el papel de la tecnología en este proceso?
¿Qué son las Subastas Electrónicas?
Las subastas electrónicas son un método moderno de venta y adquisición de bienes o servicios que se lleva a cabo a través de plataformas digitales especializadas en internet. A diferencia de las subastas tradicionales, que eran presenciales, las subastas electrónicas permiten a los participantes ofertar y realizar un seguimiento del proceso desde cualquier lugar con acceso a internet. En España, estas subastas son las vigentes y ofrecen como ventaja su accesibilidad y transparencia.
¿Cómo es el proceso de una subasta?
Una subasta electrónica es un proceso de venta o adquisición de bienes o servicios que se lleva a cabo a través de internet, utilizando plataformas digitales especializadas. Por regla general, las subastas en España de la administración de justicia se llevan a cabo a través del BOE.
A diferencia de las subastas tradicionales que se realizan de forma presencial, las subastas electrónicas permiten a los participantes ofertar y realizar seguimiento de la subasta desde cualquier lugar con acceso a internet.
El proceso de una subasta electrónica tiene, a grandes rasgos, los siguientes pasos:
- Registro y acceso a la plataforma: Los participantes interesados en la subasta se registran en la plataforma electrónica que organiza la subasta y crean una cuenta de usuario. Una vez registrados, pueden acceder a la información detallada sobre los lotes que se subastarán.
- Visualización de los lotes: Los participantes pueden examinar la descripción, imágenes y cualquier otra información relevante sobre los lotes que se subastarán. Esta información suele estar disponible en la plataforma de subasta antes de que comience el proceso de licitación. Existe la posibilidad de solicitar al juzgado encargado de tramitar la subasta que se pueda realizar una visita al bien.
- Licitación: Durante el período de 20 días naturales en que está abierta una subasta, los participantes pueden realizar ofertas electrónicas en los lotes que les interesen. Para poder participar en la subasta como licitador, es preciso constituir un depósito previo de importe del 5 por ciento del valor de los bienes. Si finalmente nuestra postura es la mejor, ese dinero se considera pagado a cuenta del precio y, si no lo somos, podemos solicitar su inmediata devolución.
- Seguimiento en tiempo real: La plataforma de subasta suele mostrar en tiempo real las ofertas actuales y la duración restante de la subasta. Esto permite a los participantes hacer un seguimiento de sus ofertas y ajustarlas según sea necesario para mantenerse competitivos.
- Cierre de la subasta: Una vez que finaliza el tiempo establecido (a las 18 horas del vigésimo día natural de apertura) se cierra la subasta. El participante que haya realizado la oferta más alta en cada lote al momento del cierre será el ganador de la subasta.
Aceptación de condiciones generales y particulares de la subasta
La mera participación en la subasta implica la aceptación de las condiciones de la misma. En el anuncio de subasta, se cuelgan los edictos y la información registral precisa para poder tomar parte, cuyo contenido suele ser a veces complicado. Por ello, nuestra intervención asegura que podemos trasladar al cliente el estado jurídico exacto de lo que está intentando adquirir, y puede ayudar a evitar situaciones no deseadas, como adquirir con deudas o con cargas previas.
Las subastas en España electrónicas ofrecen varias ventajas, como la accesibilidad remota, la transparencia del proceso y la posibilidad de alcanzar a un mayor número de participantes potenciales.
Ahora bien, la ley maneja una terminología muy precisa y puede llevar a confusiones para lo que es indispensable contar con un procurador, como profesional cualificado, que pueda guiarnos durante el proceso.
¿Cómo se puja en una subasta judicial?
En una subasta judicial, el proceso de puja puede variar ligeramente dependiendo de la plataforma utilizada o las instrucciones específicas proporcionadas por el juzgado. Antes de realizar una puja, los participantes tienen acceso a información detallada sobre el bien en subasta, como su descripción, valor de tasación y cualquier carga existente. Sin embargo, aquí hay una descripción general del proceso típico de puja en una subasta judicial:
1. Visualización de la Información
Antes de realizar una puja, los participantes suelen tener acceso a la información relevante sobre la propiedad en subasta, como la descripción del bien, su valor de tasación, cargas o gravámenes existentes, así como las condiciones de la subasta.
2. Realización de Pujas
Durante el período de subasta, los participantes pueden realizar sus pujas de acuerdo con las reglas establecidas. En una subasta electrónica, esto generalmente se realiza a través de la plataforma en línea.
3. Cierre de la Subasta
Una vez que se alcanza el tiempo límite establecido para la subasta o cuando no se realizan más pujas dentro de un período de tiempo determinado, la subasta se cierra y se procede a la adjudicación del bien al mejor postor. Si hay pujas, la subasta permanece abierta más allá del momento fijado para su finalización hasta que transcurra 1 hora sin que se mejore la última puja registrada en el sistema.
4. Adjudicación y Formalización
Si una puja alcanza un precio mínimo preestablecido y se cumplen los requisitos específicos para la subasta, se adjudica el bien a ese postor. Posteriormente se otorga al mejor postor un plazo para que pague el precio ofrecido y, de hacerlo, se le adjudica el bien y se le entrega su “escritura”, que consiste en una resolución judicial que sirve como título para inscripción en el registro de la propiedad.
Es importante tener en cuenta que las subastas judiciales están sujetas a normativas específicas y pueden variar en función del tipo de subasta y las disposiciones establecidas por el juzgado correspondiente.
¿Por qué es importante un Procurador para participar en subastas?
Las subastas en España, especialmente las judiciales, pueden ser complejas y están sujetas a normativas específicas que pueden resultar confusas para quienes no están familiarizados con ellas. Es aquí donde entra en juego la figura del procurador, pues su papel es fundamental en todo el proceso de ejecución y es un profesional con conocimientos técnicos específicos que puede brindar asesoramiento y representación legal durante todo el proceso.
El procurador desempeña un papel fundamental al garantizar que se cumplan todos los requisitos legales y procedimentales necesarios para participar en una subasta de manera efectiva. Además, su experiencia puede ayudar a evitar situaciones no deseadas, como adquirir un bien con deudas o cargas previas.
